Cuando decidimos hacer el postboda de Luis y Carmen en una fábrica en ruinas y abandonada no tuvimos la menor duda de que lo aceptarían, ya que en todo momento se han dejado aconsejar, y es que si algo caracteriza a esta encantadora pareja es su alegría y su espiritu aventurero.
Estuvimos en el
Cerco que fue una zona industrial situada en el municipio de Peñarroya-Pueblonuevo. Las instalaciones vivieron su época de auge entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX . En 2018 el conjunto monumental fue declarado Bien de Interés Cultural.
Se dieron todos los factores para hacer una sesión espectacular , buena luz y una pareja de catálogo.
Desde el primer día que contactamos todo fue muy fácil y es que con parejas así da gusto trabajar con ellas, alegres, divertidos y que se prestan a todo.